Efectos de la sal y blanqueamiento de los dientes

En los meses de junio a septiembre, muchas de las horas de ocio tienen su escenario en playas y piscinas, donde podemos refrescarnos y hacer un paréntesis del agobiante calor del verano.

Sin embargo, de la misma manera que notamos el efecto del cloro y de la sal marina en nuestra piel y cabello, también puede surgir otra pregunta:

¿afecta el agua de la playa y de la piscina a nuestra salud bucodental? ¿Se puede emplear la sal para el blanqueamiento de los dientes?

Anteriormente, ya hemos hablado sobre los efectos del cloro en los nadadores habituales, de modo que en este artículo nos centraremos en algunos de los efectos que la sal puede ocasionar en dientes y encías.

Efectos de la sal marina en los dientes

El agua de mar, a diferencia del de la piscina que se encuentra más estanca y tratada químicamente, contiene una gran cantidad de componentes -algunos de ellos aleatorios- que pueden resultar dañinos para el esmalte dental.

Si bien es cierto que el agua salada tiene un efecto cicatrizante para las heridas, lo cierto es que no resulta recomendable enjuagarse la boca con este líquido.

Si hay partículas de basura o fragmentos pequeños de arena o roca, estos pueden acabar en nuestra boca, chocando contra las piezas dentales y dando pie a posibles fracturas.

Aun así, el efecto de la sal marina en nuestra boca cuando nos damos un baño ocasional durante el verano es prácticamente nulo, sin un efecto considerable en nuestra salud bucodental.

El problema se encuentra en otro tipo de prácticas que tienen la sal como protagonista y que sí pueden acarrearnos problemas a corto y largo plazo.

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Sal en vez de dentífrico

Las pastas de carbón activado han tenido su momento de popularidad como método de blanqueamiento de los dientes, algo que resulta totalmente desaconsejado ya tienen efectos erosivos en dientes y encías.

Otro de los “trucos caseros” que se han viralizado implica el uso de sal como una alternativa a la pasta de dientes.

Cepillarnos los dientes con sal tiene muchos efectos perjudiciales de cara a nuestro bienestar bucodental y conviene conocerlos antes de renunciar al uso de los dentífricos habituales.

En primer lugar, es necesario tener en cuenta que la boca está llena de tejidos muy delicados, para los cuales la abrasión puede implicar irritaciones y heridas.

Si bien la sal cuenta con una textura granulosa que favorece la exfoliación, su acción blanqueadora y limpiadora resulta muy extrema para nuestras encías y dientes.

Todo ello puede llevar a una sensación constante de dolor en los tejidos, sin contar el incremento de posibilidades de infección y de otras complicaciones relacionadas.

Por otro lado, uno de los elementos imprescindibles de las pastas dentífricas es el flúor. Este componente nos ayuda a eliminar la placa bacteriana y a fortalecer los dientes, y su ausencia en la sal nos hace prescindir de un gran aliado en la batalla contra las bacterias.

El único uso de la sal no perjudicial en cuanto a higiene bucodental consistiría en un enjuague controlado a base de agua templada y una pequeña cantidad de sal.

Su efecto sí que puede aliviar el dolor de, por ejemplo, una llaga. Aun así, es preferible dejar las recetas caseras de lado y no experimentar con la salud de nuestra dentadura, optando por colutorios y productos de eficacia odontológica comprobada.

Blanqueamiento dental de manos de profesionales

La mejor manera de cuidar nuestra boca es siguiendo las recomendaciones de los especialistas del sector.

Ellos nos aconsejarán productos y hábitos no perjudiciales para poder conservar la sonrisa año tras año.

De modo que, antes de aventurarse a realizar experimentos caseros para el blanqueamiento de los dientes que puedan dañar dientes y encías, es preferible acudir a nuestra clínica dental de confianza.

Con la salud bucodental, no se juega.

Migraña y salud bucodental: cómo se relacionan

Es habitual pensar que cualquier dolor que sentimos está directamente asociado a la misma área donde se localiza.

Sin embargo, hay que tener en cuenta que muchos dolores y molestias que sufrimos pueden tener foco en otra zona de nuestro cuerpo.

Uno de los casos más corrientes son la cefalea o la migraña, comúnmente conocidas como dolores de cabeza.

Y es que entre la larga lista de patologías que pueden provocar este incómodo síntoma, se encuentran varias causas de tipo bucodental.

Causas posibles de migraña relacionadas con la salud dental

Bruxismo

De todas las consecuencias que el estrés produce en nuestro organismo, una de las que más afectan a nuestro bienestar bucodental es la aparición de bruxismo.

Este trastorno ocasiona el hábito incontrolable de rechinar los dientes mientras dormimos.

El roce constante de los dientes no solamente es el causante de un desgaste prematuro de las piezas dentales, sino que también puede ocasionar dolor de cabeza al ejercer una presión mandibular constante. 

En estos casos, la solución ofrecida por un especialista suele ser doble: atacar la raíz del estrés para mejorar la calidad del sueño y proporcionar una férula de descarga que amortigüe el roce de los dientes y evite microfisuras.

Compromiso Articular Temporomandibular (CAT) y Síndrome del Músculo Temporal (SMT)

Existen dos patologías que, de forma habitual, son las causantes de la migraña, y cuya solución se encuentra en la consulta de un odontólogo especializado.

Por un lado, tenemos el Compromiso Articular Temporomandibular (CAT), un trastorno que se diagnóstica al comprobar que existe falta de espacio para que los elementos presentes en la boca se desenvuelvan libremente.

Esto afecta a la movilidad de la mandíbula y de la musculatura presente en la boca, afectando a habilidades tan básicas como masticar o hablar.

La convivencia de estos elementos se hace difícil en la realización de gestos habituales, y termina provocando incómodas cefaleas, así como vértigos y otros síntomas.

También tenemos el Síndrome del Músculo Temporal (SMT), patología que tiene como consecuencia migraña de tipo tensional.

Determinados movimientos comunes de la mandíbula provocan un atrapamiento del músculo temporal dentro del orificio cigomático.

Las consecuencias de esto son dolores espontáneos en el pómulo, mareos y vértigos. 

En ambos casos, la solución a estos dolores de cabeza -así como al resto de síntomas- implica la consulta con un especialista del ámbito odontológico. 

Infecciones 

Las infecciones también pueden provocar patologías entre cuyos síntomas se encuentra la migraña.

Un ejemplo de ello sería la sinusitis maxilar, con un dolor que se expande desde los mismos dientes hasta el área del pómulo y los ojos, llegando hasta la parte superior de la cabeza.

Es importante saber que los dolores de cabeza puede deberse a causas específicas y localizadas en nuestra boca, y que pueden ser debidamente tratadas a través de un diagnóstico y posterior tratamiento.

En DentalQuality® recomendamos mantener una buena higiene oral y tener en cuenta cualquier sintomatología que pueda ponernos sobre aviso acerca de una patología bucodental. 

Tratamientos dentales para tu entrevista de trabajo

Una de las situaciones capaces de poner nerviosa a casi cualquier persona son las entrevistas de trabajo. Ante las diferentes preguntas del reclutador, nos esforzamos por demostrar nuestra valía y lograr que nos elijan para la vacante.

Para esta situación tan recurrente, existen numerosos consejos para conseguir dar lo mejor de uno mismo.

Algunos de ellos, como apostar por los tratamientos dentales, giran en torno a la impresión que provocamos y a nuestro autoestima, factores directamente relacionados con la salud bucodental.

Las apariencias importan 

A diferencia de otros ámbitos de la vida donde las apariencias pueden no tener tanta importancia, el éxito de una entrevista de trabajo depende en buena aparte de impresión que despertemos en la persona reclutadora.

Es necesario pensar que, a lo largo de un proceso de selección, se llegan a entrevistar a decenas de candidatos. Por esa razón, sólo aquellos que despunten positivamente tendrán verdaderas posibilidades de pasar a la siguiente fase.

Aunque la duración de las entrevistas de trabajo depende del tipo de cargo vacante o de la existencia  o no de diferentes pruebas, lo cierto es que disponemos de un tiempo reducido para producir una buena impresión en el entrevistador.

La comunicación no verbal, es decir, el conjunto de procesos comunicativos que no dependen del habla, también incluyen nuestros gestos, tics y, por supuesto, nuestra apariencia.

Apostar por los tratamientos dentales para mostrar una dentadura cuidada es una carta de presentación perfecta de cara a una entrevista de trabajo.

Una boca sana está directamente relacionada con percepciones que nos son muy beneficiosas para ser seleccionados: cuidado personal, higiene y mostrar una apariencia agradable para el trato con clientes.

Más allá de nuestros logros profesionales, nuestro interlocutor se fijará tanto en nuestro comportamiento como en, por supuesto, el aspecto que presentamos.

La apariencia de nuestros dientes es, por lo tanto, un aspecto esencial a tener en cuenta de cara a la preparación para una entrevista laboral.

La mejor arma es la autoestima 

Un error común a la hora de afrontar una entrevista de trabajo es caer en el nerviosismo. No resulta extraño que personas plenamente capacitadas para cubrir una vacante sean descartadas por no haber sido capaces de mostrar su verdadero potencial durante el proceso de selección.

Uno de los mejores consejos para no cometer este fallo es trabajar en la autoestima personal.

Hay diversos elementos que pueden ayudarnos a obtener una visión de nosotros mismos menos insegura y repleta de confianza, algo que se extrapola a la percepción que las demás personas obtienen de nosotros.

Contar con una sonrisa bien cuidada es una parte fundamental de la autoestima que necesitamos para afrontar cualquier reto profesional.

Y si transmitimos dicha autoestima en forma seguridad y aplomo, junto a un currículum profesional que se adecue a la oferta, las posibilidades de obtener el empleo aumentan en gran medida.

Tratamientos bucodentales 

Muchas de las correcciones que podemos aplicar a nuestra dentadura se realizan a través de tratamientos dentales sencillos y eficaces.

Estos, llevados en manos de profesionales nos aportarán un cambio tanto estético como a menudo funcional capaz de aumentar nuestra calidad de vida.

Tanto si estás pensando en realizarte un tratamiento de estética bucodental (blanqueamiento, carillas) como si necesitas una corrección más profunda (ortodoncia para el alineamiento, implantes dentales para piezas faltantes), no dudes en consultar a tu dentista de confianza.

Ellos te aportarán el diagnóstico que necesitas para dar un nuevo rumbo a tu vida.

¿Se puede reimplantar un diente?

El 96% de la población desconoce que existen tratamientos de reimplantación dental.

Estos proporcionan un 80% de posibilidades de restaurar la funcionalidad de un diente que se ha salido de la boca.

Aunque los traumatismos dentales están a la orden del día –más de 6,5 millones de españoles lo han sufrido en alguna ocasión– sigue primando el desconocimiento sobre la posibilidad de recuperar una pieza dental.

De hecho, según datos de la Asociación Española de Endodoncia (AEDE), se estima que 9 de cada 10 personas ignora que si un diente salta de la boca existe un 80% de posibilidades de reimplantarlo con éxito.

Por lo tanto, y a pesar del considerable número de casos de traumatismo dental en España, un 96% de la población desconoce que los avances odontológicos permiten recuperar las funciones estéticas y funcionales de una pieza dental.

Reimplantación Dental

La reimplantación dental sólo es factible al referirnos a piezas permanentes, ya que las de naturaleza temporal o los dientes de leche no deben reimplantarse.

Sin embargo, a través de los protocolos adecuados, la posibilidad de mantener funcional una pieza dental perdida es muy elevada.

Lesiones leves y salidas totales de un diente

Dependiendo del tipo de traumatismo dental, también variará la naturaleza del tratamiento.

En la mayoría de los casos, la pieza dental sufre una fractura -sin desprenderse totalmente-; de ser así, los pasos a seguir consisten en hallar el fragmento y llevarlo cuanto antes al dentista para que pueda pegarlo en su lugar original.

Por otro lado, cuando un diente se sale completamente de su espacio nos hallamos ante una avulsión.

Tratar de salvar la pieza dental perdida y llevarla a un especialista es esencial, ya que el porcentaje de éxito de un implante dental se estima en un 80% de los casos.

Tal y como indica César de Gregorio, endodoncista especializado en traumatismo dental:

“es fundamental concienciar a la población de que un diente permanente avulsionado debe reimplantarse en menos de 20 minutos, o al menos colocarlo en un vaso de leche y acudir rápidamente a un odontólogo”.

Formación y protocolo de acción

Para que un implante dental resulte exitoso es necesario seguir un protocolo de acción y actuar con rapidez.

Por esa razón, desde la AEDE insisten en la necesidad de formar a todo el personal encargado de supervisar lugares de especial riesgo de caída o lesión. Según Miguel Miñana, presidente de la AEDE:

“parte del personal sanitario tampoco conoce los protocolos y para reimplantar un diente, su conservación tras el golpe y el tiempo que transcurre hasta que se pone en manos de un endodoncista es primordial”.

El protocolo a seguir tras una avulsión consiste en buscar la pieza dental desprendida, evitando tocar la raíz al cogerla.

En caso de que la pieza esté sucia, debe lavarse con agua fría durante un máximo de 10 segundos y después volverla a colocar en el alveolo –es decir, en el hueco donde se alojaba el diente-.

La persona lesionada deberá sostener la pieza en la posición original ejerciendo presión con un pañuelo o gasa y trasladarse a su centro dental de confianza lo más rápido posible.

Si la situación impide la colocación de la pieza en el alvéolo, también se puede depositar el diente en un vaso lleno de leche o de suero fisiológico y trasladarlo a la clínica dental.

Verano, época de traumatismos dentales

El periodo estival supone una mayor prevalencia de las intervenciones relativas a los traumatismos dentales.

Las causa de ello son el aumento de las actividades deportivas y al aire libre durante el verano, hecho que incrementa las posibilidades de sufrir un golpe o una caída.

El uso de protectores bucales puede evitar una mala pasada tanto a niños como a adultos, así como también realizar el uso adecuado de los equipos de protección a la hora de practicar actividades como patinaje o bicicleta.

Carillas dentales: sonrisas deslumbrantes en tu boda

Una boda es un evento que dura solamente un día…¡pero la lista de preparativos hasta llegar a la fecha señalada es inabarcable!

Papeleo, decoración, vestuario, regalos de los invitados… son muchos los aspectos a tener en cuenta para que todo salga a pedir de boca durante la celebración.

Y dentro de la organización, tratamientos de belleza como las carillas dentales ocupan un lugar muy destacado. ¡Queremos estar radiantes!

Y es que, entre los tratamientos más populares, la estética dental juega un papel esencial. El día de la boda está lleno de felicidad y es normal que queramos ofrecer nuestra mejor sonrisa.

Para ello, las carillas dentales constituyen uno de los tratamientos más efectivos a la hora de mejorar el aspecto de nuestra dentadura.

Te explicamos en qué consisten y con qué antelación necesitamos ponernos en manos de nuestro dentista para lucir fantásticos.

Carillas dentales: tipos de tratamiento y características

Las carillas dentales consisten en unas láminas muy finas que, colocadas sobre nuestros dientes tras el correspondiente diagnóstico, nos permiten corregir pequeños defectos como manchas o la forma de las piezas.

Según nuestras necesidades o preferencias, podemos optar por elegir materiales como la porcelana o el composite, cada uno con unas características determinadas.

Las carillas de porcelana cubren la parte externa del diente y se diseñan a medida, teniendo en cuenta las características de los dientes a tratar y el tono.

Una vez colocadas, se disimulan los defectos del diente original, dando un aspecto renovado a nuestra dentadura. Este tratamiento no es invasivo y la particularidad de la porcelana es su larga duración: pueden durar hasta 20 años.

No suelen requerir restauraciones o un tratamiento especial más allá de las revisiones regulares y la higiene dental rutinaria.

Por su parte, las carillas de composite tienen unas características estéticas similares a las de porcelana, aunque su duración es menor -de 5 a 7 años-.

También, su precio es inferior a las de porcelana. Para su colocación se utiliza una resina sintética y el tratamiento puede realizarse en una misma sesión.

En cambio, las de porcelana requieren varias visitas al dentista para poder realizar el molde. Elegir entre unas u otras carillas dependerá del presupuesto que queramos destinar y de las características que nos resulten más atractivas.

Aun así, en ambos casos el tratamiento es seguro y rápido de realizar, con excelentes resultados.

Antelación para acudir al dentista

Para colocarnos carillas dentales necesitaremos al menos un mes de antelación antes de la boda.

Tanto si elegimos porcelana como composite, lo ideal será visitar a nuestro dentista con la tranquilidad de tener al menos unas semanas antes del evento, poder realizar los moldes en caso de elegir porcelana o proceder a la colocación del composite.

En cualquier caso, es uno de los tratamientos más sencillos de realizar a nivel estético y que aporta resultados muy notables a nuestra sonrisa.


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Odontología preventiva e hipertensión

Nuestro cuerpo funciona como un gran engranaje: partes del organismo que podríamos pensar que no tienen relación entre sí a veces sufren los síntomas de una enfermedad localizada.

Es el caso de la hipertensión arterial, nombre con el que se conoce a la presión excesivamente alta de la sangre en las paredes de las arterias.

Descubre cómo la hipertensión puede llegar a afectar a nuestra salud bucodental y de qué manera la odontología preventiva nos puede ayudar a paliar sus efectos.

Hipertensión, causa y efectos

La hipertensión arterial –también conocida con el ominoso sobrenombre de “la muerte silenciosa”– es una enfermedad que afecta al sistema cardiovascular y cuya falta de tratamiento puede tener efectos fatales.

Y es que unos niveles elevados de presión en las arterias pueden llevarnos con mayor facilidad a un ataque cardíaco o a graves afecciones de tipo cerebrovascular.

Nuestra sangre circula a través del sistema de arterias, bombeando el corazón. Un cuerpo saludable mantiene unos niveles adecuados de resistencia creados en la propia red arterial.

Sin embargo, un aumento de la presión puede ejercer una tensión excesiva. Esta tensión sobre el sistema puede derivar en complicaciones de diferente grado. 

Aunque la hipertensión suele afectar a personas de edad más avanzada –ya que los vasos sanguíneos pierden elasticidad con el paso de los años– factores como el estrés, ser fumador o el sobrepeso contribuyen a su aparición y sintomatología. 

Tratamiento contra la hipertensión y efectos bucodentales

La hipertensión es una enfermedad que debe ser tratada con urgencia para evitar complicaciones cardiovasculares y cerebrales.

La medicación empleada para este fin, necesaria para ayudarnos a controlar la presión arterial, tiene efectos diversos sobre nuestra salud bucodental.

Estos facilitan la aparición de patologías como caries o enfermedades periodontales, enfermedades que se pueden prevenir gracias a la aplicación de la odontología preventiva.

Uno de los efectos secundarios principales es la disminución de saliva (xerostomía).

La hidratación bucal es esencial para mantener los niveles de acidez en nuestra boca y prevenir la actuación de las bacterias en dentadura y encías.

Esta es la razón por la que esto puede crearnos dificultades a la hora de mantener un correcto estado bucodental. 

La nifedipina es un medicamento cuyo empleo, entre otros usos, está destinado al tratamiento de la hipertensión.

Su efecto contribuye a relajar los vasos sanguíneos y a aligerar la presión que se ejerce sobre el corazón para que continúe bombeando.

Sin embargo, este medicamento tiene efectos secundarios como el agrandamiento gingival, provocando consecuentes problemas estéticos y funcionales.

Problemas bucodentales e hipertensión

Existen estudios que observan la relación entre hipertensión y salud bucodental a la inversa; personas que padecen enfermedades periodontales y, como consecuencia, tienen más posibilidades de sufrir problemas de presión arterial elevada, o incluso de responder peor a la medicación aplicada en estos casos. 

En cualquier caso, la salud bucodental vuelve a situarse una vez más en el foco de nuestro bienestar general. Las visitas regulares al dentista pueden dar pie a medidas de odontología preventiva para identificar la presencia de determinadas patologías para poder iniciar cuanto antes un tratamiento. 

5 frutas buenas para tu salud dental

La alimentación tiene un efecto decisivo sobre nuestra salud.

Una vida saludable ha de ir necesariamente ligada a una dieta variada, con vegetales y frutas que nos aporten los nutrientes necesarios para disponer de energía, controlar los niveles de colesterol y evitar factores de riesgo tales como enfermedades coronarias.

La alimentación también juega un papel muy importante en la salud bucodental; consumir alimentos que incrementan los niveles de acidez de nuestra boca tiene un efecto directo en la aparición de diversas patologías y en el deterioro de los dientes.

Por esa razón, y aprovechando que nos encontramos en época veraniega, queremos hablaros de 5 frutas buenas para tus dientes, para que conozcáis sus beneficios.

Frutas que ayudan a tu salud dental

Las ventajas de una dieta donde la fruta tiene un papel destacado son muchas y destacables; por ejemplo, su elevado aporte en agua nos proporciona parte de la hidratación necesaria de nuestro organismo, así como de la boca.

Frutas, fuente de nutrientes

Y es que tener una boca hidratada asegura la salivación, manteniendo a raya las bacterias que atacan a nuestros dientes y encías.

Manzana, limpieza adicional

Sean cuales sean las propiedades de un alimento, consumirlos no nos exime de mantener una correcta higiene dental varias veces al día.

Aun así, la manzana es una fruta que cuenta con excelentes propiedades adicionales de limpieza bucodental.

Su textura no solo no nos ayuda a fortalecer las encías, sino que también previene que se forme placa bacteriana.

Este verano, apuesta por la manzana, una gran fruta buena para la salud dental, como uno de los snacks o postres más refrescantes y saludables.

Piña, blancura natural

Uno de los aspectos que más nos obsesiona a nivel estético es el color de nuestros dientes. Aunque se siga una rutina de higiene dental, es normal que factores como el consumo de café y tabaco amarilleen la dentadura.

Algunas frutas nos ayudan a devolver el blanco natural de nuestros dientes, como por ejemplo la piña. La bromelina -un enzima presente en esta fruta- favorece la desaparición de manchas en el esmalte, mejorando su aspecto al tiempo que disfrutamos de sus otras propiedades -diuréticas y vitamínicas-.

Melón y sandía, hidratación para el cuerpo

Antes hemos mencionado la importancia de la hidratación para nuestro bienestar general, y una forma estupenda de mantenernos frescos de una forma deliciosa es consumiendo melón y sandía.

Estas dos frutas contienen un alto porcentaje de agua -en torno al 90%- haciendo que su consumo restablezca la hidratación y la salivación de nuestra boca.

Además, el melón contiene calcio, que ayuda en la generación de dientes y huesos, y también ácido fólico, que nos ayuda a prevenir úlceras bucales.

El kiwi, una fruta con muchos beneficios

Por último, queremos hablaros de las propiedades del kiwi, una fruta que no solamente nos ayuda contra la retención de líquidos y refuerza el sistema inmunitario, sino que su consumo favorece la salud de nuestras encías.

Al comer kiwi, ayudamos a reforzar el colágeno que mantiene en buen estado el tejido de las encías, previniendo enfermedades de tipo periodontal.

Así que este verano, ya lo sabéis: encontraréis en la fruta uno de vuestros mejores aliados para manteneros hidratados y para evitar patologías bucodentales.

Hay más frutas buenas para la salud dental y la mayoría son estupendas para cuidar de nuestro bienestar general.

Con una correcta higiene dental y las visitas regulares a vuestro dentista de confianza, disfrutaréis de todo el bienestar posible para vuestra boca.

¿El cloro daña los dientes? Piscina y salud dental

Finalmente hemos dado la bienvenida al verano y no podemos esperar a disfrutar de todos los magníficos planes que esta época del año nos brinda. Sol, playa… ¡y también piscina!

Tanto para las personas que residen en una ciudad de interior, como tanto para aquellas que prefieren bañarse sin las incomodidades de la arena, la piscina supone la opción perfecta para darnos un buen chapuzón.

Sin embargo, ¿sabíais que el agua de la piscina puede llegar a resultar perjudicial para nuestra dentadura?

A continuación, os explicamos por qué el cloro daña los dientes, así como qué podemos hacer para seguir disfrutando de este maravilloso plan sin preocupaciones.

Efectos del cloro en la dentadura

El agua en la que nos bañamos cuando vamos a la piscina está tratada con cloro; la razón es que este componente sirve para desinfectar el agua que, a pesar de renovarse continuamente, permanece más estanca que la del mar.

El cloro es, por lo tanto, una medida para mantener la salubridad del agua y eliminar los gérmenes que puedan habitar en ella.

Sin embargo, cuando los niveles de cloro son excesivos o, simplemente, pasamos muchas horas cada día en estas aguas, esto puede llegar a representar un problema para nuestro esmalte dental.

El pH del agua tiene un efecto erosivo que, en pequeña medida, no supone un problema, pero cuyo contacto continuado puede aportar acidez a nuestra boca y provocar el desgaste prematuro del esmalte.

En algunas piscinas, los niveles de cloro son más elevados y este hecho resulta más patente; si observamos algunos de los elementos presentes en las instalaciones que están en continuo contacto con agua -por ejemplo, las barandillas de acceso al agua- y vemos erosión, podremos determinar rápidamente si el agua contiene demasiado cloro.

La acidez es un factor que provoca el deterioro de nuestros dientes; la descomposición de las proteínas que se encuentran en nuestra boca eleva los depósitos orgánicos, haciendo que sea mucho más fácil la aparición de bacterias, placa bacteriana y, finalmente, sarro.

El pH de nuestra saliva tiene unos niveles determinados que se ven elevados por la inmersión en aguas cloradas, razón por la cual el cloro daña los dientes derivando en patologías o un desgaste si no tomamos medidas.

Mantener la salud dental en época de piscina

Evidentemente, el efecto es mucho más notorio en las personas que son nadadoras profesionales o dedican muchas horas de ocio a la piscina.

Un gran número de horas diarias en agua con cloro hace que el sarro y las manchas aparezcan más fácilmente. En cambio, un uso ocasional de las instalaciones no repercutirá de forma drástica en nuestra salud dental.

A pesar de ello, sí es muy recomendable tomar algunas medidas para evitar el deterioro prematuro de nuestros dientes. Es mejor evitar las instalaciones con niveles excesivos de cloro; si tenemos piscina privada, hay que regular el pH del agua para que no resulte tan agresivo.

De la misma manera, debemos lavarnos los dientes con pasta de dientes fluorada para contrarrestar la acidez en nuestra boca.

Si destinamos muchas horas a nadar en la piscina, debemos visitar regularmente a nuestro dentista para una revisión odontológica.

En la clínica dental realizarán un diagnóstico del estado de nuestra boca y determinarán si es necesario aplicar odontología preventiva para frenar el efecto del cloro para seguir disfrutando de una correcta salud bucodental.

7 señales claras por las que debes ir al dentista

Muchas personas suelen posponer sus visitas al dentista por pereza o miedo. Sin embargo, un diagnóstico precoz y un tratamiento a tiempo pueden ahorrar muchos problemas e intervenciones posteriores.

Señales claras por las ir al dentista

A continuación, te explicamos 7 situaciones por las que deberías ir al dentista sí o sí:

Te sangran las encías o las notas inflamadas

Si te sangran las encías sin previo aviso (o durante el cepillado), y las ves excesivamente rojas, debes ir al dentista.

Normalmente estos síntomas son consecuencia de una gran acumulación de sarro y placa dental en tus dientes.

Además, podrían ser el primer indicio de una enfermedad llamada gingivitis, que puede derivar en otra mucho más grave llamada periodontitis.

Tienes mucha sensibilidad dental o mal aliento constante

Si al comer algo frío como un helado notas dolor o molestias, deberías igualmente visitar al dentista.

La sensibilidad dental puede ser el resultado de que tu esmalte dental está deteriorándose, o de que hay alguna caries que tratar.

Por otro lado, si notas que tienes mal aliento constante, puede deberse igualmente a alguna caries, infección bucal o a enfermedad periodontal.

En ambos casos es importante que un dentista cualificado te explore y diagnostique adecuadamente para evitar males mayores.

Te duele algún diente

Aunque parezca de sentido común, muchas personas sienten dolencias en sus dientes y postergan sus visitas al Odontólogo. Esto es un grave error.

Normalmente, las razones de que duelan los dientes suele ser: una caries muy profunda, una infección bacteriana con pus o la salida de las muelas del juicio.

En cualquiera de los tres casos deberá verte de inmediato un especialista y definir el tratamiento adecuado para solucionar el problema y poner fin a tu dolor.

Te avergüenzas de tu sonrisa

Si te sientes cohibido al sonreír y sientes vergüenza de enseñar tus dientes, es hora de ponerte en manos de un profesional de estética dental.

Hoy en día existen multitud de tratamientos que pueden hacerte recuperar el orgullo por tu sonrisa sin dolor ni molestias.

Desde la ortodoncia invisible, tratamiento que alinea tus dientes de forma progresiva sin que se note; hasta blanqueamientos o carillas de porcelana que pueden cambiar por completo tu sonrisa y tu relación con ella.

Estás embarazada

Durante la gestación se producen muchos cambios hormonales que afectan especialmente a dientes y encías, y que provocan que las embarazadas sean mucho más vulnerables a determinadas enfermedades periodontales.

Incluso, hay estudios que relacionan enfermedades bucodentales con un parto prematuro o con un menor peso del bebé al nacer.

Por ello, si estás encinta, pide una visita con tu Odontólogo y te dará los pasos a seguir tras un previo diagnóstico.

Dolores de mandíbula, cabeza o cervicales

Sentir dolor en la mandíbula, en la cabeza o en las cervicales al despertar puede ser síntoma de bruxismo.

El bruxismo es la costumbre de apretar y rechinar los dientes, y muchas veces suele ocurrir sin que la persona sea consciente de ello, sobre todo al dormir.

Acude a tu dentista y si este es el motivo, te realizará una férula de descarga para poder proteger tus dientes de este nocivo hábito.

Hace mucho tiempo que no vas

Desde DentalQuality recomendamos visitas anuales al dentista para garantizar una perfecta salud oral.

Un seguimiento y control anual te permitirá tener diagnósticos precoces y tratamientos adecuados para evitar mayores enfermedades.


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Carillas de porcelana: Aprende a cuidarlas

Muchas personas eligen colocarse carillas de porcelana para mejorar su estética dental y lucir una blanca y bonita sonrisa.

Además, se trata de un tratamiento sencillo y poco invasivo para el paciente con resultados a largo plazo. ¿Sabes en qué consiste?

Qué son las carillas de porcelana

Son piezas de cerámica adheridas a los dientes para ocultar sus defectos. Cada pieza se fabrica a medida, de forma totalmente personalizada y su colocación solo puede llevarse a cabo por un odontólogo especializado.

Sus buenos resultados las han convertido en uno de los tratamientos estrella de la estética dental, ya que además, se conservan mejor que los propios dientes.

Sobre todo, en cuanto a manchas se refiere.

Ventajas de las carillas de porcelana

Las carillas de porcelana no pierden su color (como sí lo hacen los dientes) con alimentos y bebidas con coloración como café, vino tinto o curry, entre otros.

Asimismo, la duración de las carillas de porcelana es muy superior a otro tipo de carillas como por ejemplo las de composite. Pues llegan a durar en perfectas condiciones hasta 10 y 15 años.

Cuidados de las carillas de porcelana

Aunque su mantenimiento es bastante sencillo, hay algunas recomendaciones a seguir para asegurarte su buen cuidado:

Mantén una buena higiene dental

Las carillas de porcelana requieren el mismo cuidado e higiene que los dientes naturales.

Por ello, debes cepillarlas durante al menos dos minutos después de cada comida y utilizar hilo dental al menos una vez al día.

De esta forma, además de mantener tus dientes y encías sanos, conseguirás mantener durante más tiempo tus carillas en perfecto estado.

Ten cuidado con los alimentos duros

Todos los alimentos duros o pegajosos pueden suponer un peligro para tus carillas, ya que podrían provocar su despegue del diente o rotura.

Por eso, debes tener cuidado sobre todo con alimentos como el turrón, el maíz tostado, la zanahoria cruda, caramelos (si los muerdes), hielo, manzanas o incluso bocadillos. Si puedes, es mejor que los partas a trozos antes de morderlos tú mismo.

Evita hábitos nocivos de morder objetos duros

Morderse las uñas o mordisquear las tapas de los bolígrafos es un hábito común entre algunas personas.

Si decides ponerte carillas de porcelana, es mejor que abandones estas costumbres para conseguir una mayor duración y conservación de las mismas.

Protege tus dientes cuando hagas deporte de riesgo para tus dientes

Si juegas al fútbol, rugby, boxeo, hockey, karate, judo o cualquier otro deporte de contacto, es mejor que protejas tus dientes y tus carillas con un protector bucal.

De esta forma, conseguirás evitar roturas y fracturas tanto en tus dientes como en tus carillas.

Utiliza una férula de descarga para el bruxismo

El bruxismo consiste en apretar los dientes mientras se duerme o durante el día (muchas veces sin que la persona sea consciente).

Al hacerlo con asiduidad se produce un desgaste de las carillas, y es posible que acaben saltando y separándose del diente.

Por ello, es muy recomendable que hables con tu dentista para que te fabrique una férula a medida.

Como ves, el mantenimiento de las carillas de porcelana es muy similar al que puedes seguir para cuidar de tu dentadura natural.

No obstante, si sigues estos consejos conseguirás mantenerlas en buen estado durante más tiempo.

¿Cuándo llevar por primera vez a tu hijo al dentista?

Antes se recomendaba llevar a los más pequeños al dentista una vez hubieran salido todos los dientes de leche.

Pero en la actualidad, los ortopediatras recomiendan llevarlos a partir del año, o 6 meses después de que haya salido su primer diente.

De esta forma, se pueden prevenir y evitar futuros problemas. Un buen seguimiento y control evitará maloclusiones (malformaciones en la posición de los dientes) y, sobre todo, instaurar buenos hábitos en el pequeño para que goce de buena salud bucodental durante toda su vida.

¿Qué hará el ortopediatra en la primera visita de tu hijo?

El ortopediatra examinará su boca y el nacimiento de sus dientes para comprobar que todo sigue su curso natural sin problemas tanto en encías como en mandíbula.

Del mismo modo, analizará si hay algún hábito oral (succión del dedo, empuje de la lengua) y sus posibles consecuencias.

Si fuera necesario, el dentista realizará una limpieza en los dientes y recomendará el uso de flúor. Normalmente esta primera visita es rápida y no suele implicar ningún tratamiento.

Sin embargo, es de gran importancia para que el niño conozca al dentista y se establezcan los pilares de una buena relación futura.

Pero sobre todo, la primera visita es muy importante para explicar a los padres las necesidades de higiene oral del pequeño.

¿Cómo cuidar los dientes de leche de tu hijo?

Aunque los primeros dientes todavía no hayan salido, los ortopediatras recomiendan pasar por las encías del bebé una gasa húmeda enrollada en tu dedo.

De esta forma, se eliminan los restos de leche después de cada toma.

Cuando aparezcan los dientes de leche, aunque no sean para toda la vida, se deben cuidar con la misma higiene que los dientes de adulto.

Hay que educar a los más pequeños para que se cepillen los dientes tres veces al día. Además, es importante enseñarles a utilizar flúor e hilo dental adecuadamente.

La caries afecta al 40% de los menores de 15 años

Según el Consejo General de Dentistas de España, la caries afecta al 33% de los niños menores de cinco años en nuestro país y asciende al 40% en los menores de 15 años.

Por ello, otro aspecto vital en la salud bucodental de tu hijo es inculcarle buenos hábitos alimenticios para no excederse en el consumo de dulces y prevenir las caries.

Sin duda, la concienciación y el mantenimiento de buenas costumbres es un aspecto muy relevante para su crecimiento que solo tendrá ventajas en su salud bucodental a corto y largo plazo.

¿Cada cuánto tienes que llevar a tu hijo al dentista?

La mayoría de ortopediatras recomiendan asistir regularmente al dentista en visitas de control cada 6 meses.

Así, el dentista puede realizar un seguimiento de los dientes del pequeño para evitar cualquier tipo de problema y garantizar una buena relación entre ambos.

¿Cómo es tu relación con el dentista?

Otra buena opción es llevarlo contigo en tus visitas al dentista para que se acostumbre y el dentista pueda ir siguiendo su evolución de forma rápida.

En ellas es vital que el niño te vea tranquilo y relajado, y que perciba una buena relación con el médico.

Por el contrario, si el niño te ve temeroso, con miedo y estrés, o engarrotado en la silla y sudando, es muy posible que en el futuro acabe desarrollando igualmente miedo a los dentistas e interiorice esta emoción como propia.

¿Elegir un ortopediatra o un dentista general?

Los ortopediatras son Odontólogos especializados en el cuidado de los de los dientes de bebés, niños y adolescentes. Cuentan con dos años extra de formación en los que se especializan en todos los tratamientos de estas edades.

Además, saben cómo tratar a los más pequeños para que se sientan tranquilos y colaboren en todo momento con los tratamientos que se les realicen.


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¿Qué es la Odontología Mínimamente Invasiva (OMI)?

Siempre han existido distintas corrientes para entender y ejercer la Odontología.

Sin embargo, una de ellas ha cogido fuerza durante los últimos años tanto en consultas como en Congresos Odontológicos.

Se trata de la Odontología Mínimamente Invasiva (OMI).

Cuando asistas a un Dentista que sigue la filosofía de Odontología Mínimamente Invasiva, debes saber que:

  • Trabajará para conservar al máximo tus tejidos y dientes naturales.
  • Evitará los tratamientos más agresivos en la medida de lo posible.
  • Te enseñará y guiará para prevenir enfermedades bucodentales.

Los Dentistas que ejercen esta corriente consideran que por muy buenos que sean los implantes e injertos de hoy en día, siempre es mejor conservar y mantener la propia estructura de cada paciente.

Por lo tanto, todos sus tratamientos seguirán este principio e intervendrán lo mínimo posible.

Elegir el tratamiento más respetuoso con las estructuras naturales de cada paciente

Ante cualquier patología que puedas tener, un Odontólogo que siga esta corriente siempre buscará el tratamiento que más respete tu estructura bucal natural, tanto en dientes como en tejido blando.

Además, no solo arreglará la consecuencia de esa enfermedad, sino que también buscará la causa original para solucionar el problema por completo.

Si la patología está avanzada y la intervención es inevitable, entonces realizará el tratamiento más respetuoso y menos agresivo.

Los Pilares de la Odontología Mínimamente Invasiva

La Odontología Mínimamente Invasiva es una filosofía que se sigue desde la primera consulta, y que se basa en lo siguiente:

  • Diagnóstico precoz y personalizado. A través de un estudio individualizado de tu salud y hábitos, tratarán un plan para una óptima conservación y cuidado de tu boca a largo plazo.
  • Detección de factores de riesgo. Identificarán todos los posibles factores de riesgo ya sea por hábitos o por genética para prevenir enfermedades antes de que ocurran.
  • Alimentación. Te darán pautas para seguir una buena alimentación que mantenga tu salud bucodental.
  • Higiene. Te enseñarán cómo evitar enfermedades como la gingivitis u otras gracias a una limpieza profunda.  
  • Tratamientos mínimamente invasivos que buscarán mantener y conservar tus estructuras frente a técnicas más agresivas.

Esta forma de entender la Odontología es relativamente reciente, y ha surgido gracias a las nuevas tecnologías.

Los avances técnicos de los últimos años permiten más calidad y precisión en cada tratamiento, por lo que se pueden realizar intervenciones mucho más respetuosas con los dientes o encías del paciente.

La OMI supone un cambio de paradigma frente a la Odontología tradicional.

Del curar al prevenir, de extraer dientes ante el mínimo problema a tratar con minuciosidad la zona afectada.  

Beneficios para el paciente de la OMI

Aunque esta filosofía conlleva más tiempo para el dentista en cada visita, sin duda los beneficios para el paciente son mucho mayores:

  • Previene enfermedades antes de que ocurran. Como por ejemplo, si una persona es propensa a tener caries, la guiarán y aconsejarán para evitarlas al máximo posible. 
  • Minimiza el dolor y facilita recuperaciones más rápidas.
  • Reduce el miedo y el estrés al dentista.
  • Hace participe al paciente de su salud bucodental.

Por todas estas razones, cada vez son más los Dentistas que siguen y ejercen la Odontología Mínimamente Invasiva.


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