La salud bucodental durante la infancia y la adolescencia es clave para garantizar una sonrisa sana en la edad adulta. Sin embargo, en estas etapas pueden aparecer diversas patologías que, si no se detectan y tratan a tiempo, pueden afectar al desarrollo oral y al bienestar general del menor.
En este artículo te contamos cuáles son las enfermedades dentales más comunes en niños y adolescentes, por qué se producen y cómo prevenirlas de forma eficaz.
1. Caries dental: la más frecuente en la infancia
La caries es la enfermedad bucodental más común entre niños y adolescentes. Se origina cuando las bacterias presentes en la boca metabolizan los azúcares de los alimentos y generan ácidos que destruyen el esmalte dental.
Factores de riesgo:
- Consumo habitual de alimentos azucarados.
- Higiene oral deficiente o incorrecta.
- Uso de pastas dentales sin flúor.
¿Cómo prevenirla?
La clave está en mantener una correcta rutina de higiene oral desde pequeños, seguir una dieta equilibrada baja en azúcares y acudir al dentista con regularidad. El uso de flúor y los selladores dentales también pueden ayudar a prevenir la aparición de caries.
2. Maloclusión: dientes mal alineados o problemas en la mordida
La maloclusión hace referencia a alteraciones en la alineación dental o en la forma en que encajan los dientes superiores e inferiores. Puede manifestarse como:
- Apiñamiento dental.
- Mordida cruzada, abierta o profunda.
- Desviaciones en la mandíbula.
Consecuencias:
- Dificultades en la masticación y el habla.
- Dolores en la articulación temporomandibular (ATM).
- Problemas estéticos que afectan a la autoestima.
El tratamiento ortodóntico temprano con brackets o alineadores invisibles permite corregir estos problemas durante el crecimiento, obteniendo mejores resultados a largo plazo.
3. Gingivitis: encías inflamadas por mala higiene
La gingivitis es una inflamación de las encías provocada por la acumulación de placa bacteriana alrededor de los dientes. Afecta con frecuencia a adolescentes, especialmente durante la pubertad, debido a los cambios hormonales.
Síntomas habituales:
- Enrojecimiento y sangrado de encías al cepillarse.
- Halitosis persistente.
- Encías inflamadas o sensibles.
Con una higiene bucodental correcta y revisiones periódicas, la gingivitis puede tratarse y prevenirse eficazmente, evitando su progresión hacia enfermedades periodontales más graves.
4. Periodontitis juvenil: una forma agresiva de enfermedad periodontal
Aunque menos frecuente, algunos adolescentes pueden desarrollar periodontitis juvenil, una patología periodontal agresiva que causa la pérdida acelerada de tejido de soporte y hueso alrededor de los dientes.
Suele requerir:
- Limpiezas profundas (curetajes).
- Tratamiento antibiótico y, en casos severos, cirugía periodontal.
La detección precoz por parte del odontopediatra o periodoncista es clave para conservar los dientes afectados y frenar el avance de la enfermedad.
5. Erosión dental: desgaste del esmalte por ácidos
La erosión dental consiste en la pérdida progresiva del esmalte dental debido al contacto frecuente con sustancias ácidas. Es cada vez más habitual entre adolescentes por el consumo de:
- Bebidas carbonatadas y energéticas.
- Zumos industriales o frutas cítricas en exceso.
- Episodios de reflujo gástrico o vómitos.
Consecuencias:
- Sensibilidad dental.
- Cambios en la forma y el color de los dientes.
- Mayor predisposición a sufrir caries.
Para prevenirla es importante moderar el consumo de estos alimentos, enjuagarse con agua tras su ingesta y esperar al menos 30 minutos antes de cepillarse los dientes.
6. Traumatismos dentales: golpes, fracturas y dientes caídos
Los traumatismos dentales son frecuentes en la infancia y adolescencia debido a caídas, juegos, deporte o accidentes.
Las lesiones más comunes son:
- Fracturas dentales.
- Luxaciones (movimiento anómalo del diente).
- Avulsiones (pérdida completa del diente).
Ante cualquier traumatismo:
- Acude al dentista de urgencia.
- Si el diente ha salido, consérvalo en suero o leche y no lo limpies con jabón.
- La intervención rápida puede marcar la diferencia para salvar la pieza.
La prevención empieza desde pequeños
Cuidar la salud bucodental desde la infancia es la mejor forma de evitar complicaciones futuras. La educación dental, los hábitos saludables y las visitas regulares al odontopediatra son pilares fundamentales para mantener una boca sana.
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