Quizás alguna vez has oído hablar de exodoncia dental, pero no sepas bien de qué se trata.
Pues traducido a un lenguaje más sencillo y coloquial, es ni más ni menos que sinónimo de extracción dental. Un proceso por el que casi todas las personas hemos pasado alguna vez.
Normalmente se saca alguna pieza por prevención -como es el caso de las muelas del juicio-, por falta de espacio o bien como solución última a la posible curación de un problema dental.
La exodoncia dental está justificada cuando la recuperación del diente es imposible utilizando técnicas más conservadoras.
En el caso de las muelas del juicio, casi siempre tienden a extraerse salvo si están haciendo la función de otras perdidas o extraídas anteriormente, en cuya caso se conservan.
Y en situaciones muy puntuales donde una ortodoncia lo exija por una cuestión de falta de espacio, también se extrae la pieza.
Aunque se ha de justificar muy bien, dado que siempre en salud dental ha de prevalecer una actitud conservadora para salvaguardar todas y cada uno de los dientes propios del paciente.
Técnicas avanzadas para la exodoncia dental
Hoy por hoy todas las clínicas cuentan con las técnicas más avanzadas para evitar cualquier posible dolor a la hora de practicar una exodoncia dental.
Gracias también a los anestésicos. Si bien es cierto que en algunas ocasiones la exodoncia dental no es aconsejable debido a la existencia de una infección.
La cual debe tratarse con antibióticos antes de proceder a sacar la pieza indicada. Pero, en cualquier caso y por norma general, las extracciones no requieren de cirugía, salvo casos excepcionales (fractura de pieza, existencia de raíces…).
En las clínicas certificadas por el Sello de Calidad DentalQuality® recibirás una atención individualizada por un equipo de doctores que se ocupa de cubrir tus necesidades reales.