Las papilas gustativas, esos pequeños órganos sensoriales que residen en diversas partes de la cavidad oral, juegan un papel crucial al enviar mensajes gustativos al cerebro.
Estos órganos cuentan con terminaciones nerviosas que reaccionan químicamente ante los distintos sabores de los alimentos que consumimos.
Ubicación de las Papilas Gustativas
¿Alguna vez te has preguntado dónde se encuentran exactamente las papilas gustativas? Puedes identificar algunas de ellas al sacar la lengua frente a un espejo, observando pequeños bultos en el dorso de la misma.
Estas protuberancias, equipadas con pelos microscópicos altamente sensibles, son responsables de percibir los diversos sabores y transmitirlos a nuestro cerebro.
Células Receptoras y variedades de Sabores
Las papilas gustativas albergan las células receptoras del gusto, también conocidas como células gustativas. Estas pequeñas maravillas pueden percibir sabores clasificados en cuatro categorías principales: dulce, agrio, salado y amargo.
Tipos de Papilas Gustativas
Existen diversos tipos de papilas gustativas, cada una con formas y ubicaciones específicas:
- Filiformes: Las más comunes, cubren toda la base de la lengua y tienen forma de cilindro.
- Fungiformes: Situadas cerca de la parte delantera de la lengua, con una peculiar forma de hongo.
- Caliciformes: Ubicadas cerca de la parte posterior de la lengua, más próximas a la garganta.
- Foliadas: Localizadas en los laterales y la parte trasera de la lengua.
Aunque existe un mito popular que asigna gustos específicos a diferentes regiones de la lengua, se ha descubierto que las papilas gustativas en cada parte pueden detectar todo tipo de sabores.
A través de pequeñas aberturas llamadas poros gustativos en el epitelio de la lengua, los alimentos disueltos en la saliva entran en contacto con los receptores gustativos. Estos receptores, en la parte superior de las células receptoras del gusto, envían información a las áreas gustativas del cerebro a través de los nervios craneales séptimo, noveno y décimo.
Cantidad y Desarrollo de las Papilas Gustativas
En promedio, la lengua humana alberga entre 2000 y 8000 papilas gustativas, cada una formada por 50 a 150 células receptoras y con una vida útil estimada de 10 días. Estas papilas se desarrollan en el útero y se cree que son funcionales entre la décima y decimotercera semana de gestación.
Inflamación y otros Trastornos relacionados con el gusto
La inflamación de las papilas gustativas es un fenómeno que puede afectar negativamente nuestra experiencia gustativa. Este trastorno, conocido como gustación inflamatoria, puede deberse a diversas causas, como infecciones, irritación química o lesiones en la boca.
La sensación de ardor o molestia suele ser el síntoma principal, y en algunos casos, puede interferir significativamente con la capacidad de disfrutar plenamente de los alimentos.
Además de la inflamación, existen otros trastornos del gusto que pueden impactar nuestra percepción sensorial:
Percepción del Gusto Fantasma
La disgeusia, también conocida como síndrome de boca ardiente, es una afección dolorosa donde se experimenta una sensación de quemazón en la boca, a menudo con un sabor persistente y desagradable. Este fenómeno, más frecuente en adultos mayores, ha sido vinculado estrechamente con el estrés.
Reducción de la Capacidad Gustativa
La hipogeusia es un trastorno que disminuye la capacidad para percibir sabores. Puede manifestarse como una pérdida parcial de la sensibilidad gustativa, afectando la apreciación de la comida en general.
Pérdida Total del Gusto
La ageusia implica la incapacidad completa para saborear cualquier cosa. Aunque rara, esta condición puede tener varias causas, siendo la pérdida del olfato debido a la congestión nasal una de las más comunes.
Factores que Contribuyen a los Trastornos del Gusto
Los trastornos del gusto pueden tener raíces diversas, y varios factores pueden contribuir a su desarrollo. Infecciones del oído, enfermedades respiratorias superiores, radioterapia para tratar el cáncer, ciertos medicamentos, procedimientos quirúrgicos en oídos, nariz y garganta, y problemas dentales son algunos de los posibles desencadenantes.
La Relación Entre COVID-19 y la Pérdida del Gusto
Un fenómeno que ha ganado prominencia es la pérdida del gusto y el olfato como síntomas distintivos de la COVID-19. Se postula que la infección afecta ciertas células de soporte para las neuronas olfativas, desencadenando la anosmia (pérdida del olfato) y ageusia (pérdida del gusto).
Tratamientos y Recomendaciones
Si experimentas cambios en tu sentido del gusto, es fundamental buscar asesoramiento médico. El diagnóstico preciso de trastornos del gusto implica la evaluación de profesionales de la salud, como médicos generales, otorrinolaringólogos o dentistas.
El tratamiento puede implicar ajustes en la medicación, corrección de problemas médicos subyacentes, eliminación de obstrucciones bucales y, en casos específicos, dejar de fumar.