Sedación Consciente

La sedación consciente es un estado médicamente controlado en el que disminuye parcialmente la consciencia del paciente. Para ello se utiliza la respiración de una mezcla de óxido nitroso (N2O) y oxígeno que provoca una agradable sensación y relajación.

Tipos de Sedación

Sedación Consciente Inhalatoria

Este método implica la administración de una mezcla de gases por parte del especialista. Esta mezcla proporciona una sensación de relajación y pérdida de sensibilidad, evitando así el dolor. Es especialmente útil para pacientes que temen las inyecciones. Se recomienda en casos de tratamientos pediátricos, pacientes con discapacidad cognitiva o adultos con ansiedad.

Sedación Consciente Intravenosa

En este caso, el anestesiólogo administra fármacos sedantes a través de una sonda intravenosa. Estos fármacos se asimilan rápidamente en el organismo, generando un profundo estado de relajación. La dosis varía según el paciente y el tratamiento. La recuperación es rápida y se lleva a cabo en la misma clínica odontológica.

Ventajas de la Sedación Consciente en Odontología

1. Reducción de la Ansiedad

Uno de los principales beneficios de la sedación consciente es la reducción de la ansiedad dental. Muchos pacientes experimentan miedo o nerviosismo antes de visitar al dentista. La sedación consciente ayuda a superar esta ansiedad, lo que permite a los pacientes recibir el tratamiento necesario sin preocupaciones.

2. Mayor Comodidad

La sedación consciente garantiza que los pacientes estén relajados y cómodos durante todo el procedimiento. Esto es especialmente beneficioso en tratamientos más largos o intervenciones quirúrgicas, donde la comodidad del paciente es esencial para el éxito del tratamiento.

3. Facilita la Cooperación

En ciertos casos, como en tratamientos pediátricos o en pacientes con discapacidades, la cooperación del paciente puede ser un desafío. La sedación consciente facilita la colaboración del paciente, lo que hace que el proceso sea más efectivo y seguro.

4. Mayor Eficacia

Cuando los pacientes están relajados y cómodos, los profesionales de la odontología pueden trabajar de manera más eficiente, lo que ahorra tiempo y reduce la posibilidad de complicaciones durante el tratamiento.

Preguntas frecuentes

¿Para qué se utiliza la sedación consciente?
El objetivo principal de la sedación consciente es facilitar la intervención que se tiene que llevar a cabo, disminuyendo en el paciente la sensación de dolor y provocando una sensación de relajación.
¿En que casos se suele aplicar la sedación consciente?
La sedación consciente se puede aplicar por distintos motivos: Si hay consciencia de que la reacción del paciente en cuestión no será la más adecuada (tanto por náuseas o arcadas que le provoque la intervención como por el rehúso que sufre el paciente a esa situación) Para hacer más amenas las intervenciones más complejas, ya sea por la duración o la agresividad de éstas.
Riesgos de la sedación consciente
Como en cualquier tratamiento médico, puede tener algunos efectos adversos: Reacciones alérgicas a los fármacos administrados. Reacciones del sistema nervioso ante estímulos dolorosos, sudoración, mareos, hipotensión, etc. Pequeñas aspiraciones de secreciones a nivel pulmonar. No obstante, gracias a la presencia del anestesiólogo en la clínica dental, se garantiza una resolución rápida y segura de cualquier efecto adverso que pueda ocurrir
¿Cuáles son las pautas posteriores a la sedación consciente?
Después de la sedación consciente, se debe seguir un período de recuperación supervisada. Se recomienda no conducir, operar maquinaria, consumir alcohol o tomar decisiones legales durante las primeras 24 horas.
¿Cuánto tiempo dura el efecto de la sedación consciente?
La duración del efecto puede variar según el tipo de sedación y el paciente, pero en general, permite una recuperación rápida y la capacidad de volver a la rutina diaria poco después del tratamiento.

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