La fractura o traumatismo dental se define a aquella/s pieza/s dental/es que se rompe o se pierde de forma fortuita a causa de alguna caída o golpe.
Puede darse tanto en denticiones temporales como en permanentes y las piezas que más la sufren suelen ser los incisivos superiores debido a su posición más anterior en la boca. El tipo de fractura también puede variar dependiendo del tipo de diente y de la naturaleza del golpe pero, en cualquier caso, lo que es fundamental es la urgencia que requiere este tipo de accidentes para valorar el tipo de tratamiento que requiere el caso.
Las cifras dicen que el traumatismo dental es el motivo más frecuente en las consultas de urgencias de pediatría -el 30% con dientes primarias y el 22% con permanentes-, variando los motivos dependiendo de la edad de los pequeños/jóvenes -caídas, accidentes deportivos, peleas, etc.- y más habituales en aquellos cuya dentadura peca de piezas salientes.
Tratamientos ante fracturas dentales
Los tratamientos ante fracturas dentales varían según la afectación del diente. En aquellas que sólo han perdido un trozo de esmalte, se solucionan con el redondeo de los dientes o la reconstrucción con material adhesivo.
Si lo que se ve afectado es la dentina, primero ésta se ha de proteger para evitar sobre todo las molestias y la hipersensibilidad que este hecho provoca, y luego se ha de reconstruir el diente con composite o una funda o corona, según el grado de rotura.
Otro caso es que el traumatismo afecte tanto al esmalte como a la dentina dejando expuesta la pulpa dental, y aquí lo que se hace es colocar un elemento para estimular la reparación de la pulpa antes de restaurar la pieza que, en algunos casos, requiere de tratamiento de endodoncia.
Pero las fracturas dentales pueden tener otras consecuencias, como que se vea afectada la raíz del diente y su tratamiento consistirá en lo que decida el odontólogo dependiendo del grado del problema.
En el caso que el diente sufra una luxación se recomienda su reimplantación lo más inmediatamente posible, salvo que sea un diente permanente, en cuyo caso no se debe de reponer.
Si hablamos de niños y pierden un diente de leche totalmente íntegro tras una caída o golpe, el adulto que está con él debe saber que el diente debe cogerse por la parte de la corona, nunca por la raíz y, si está sucio, debe dejar correr el agua durante unos 10 segundos y ponérselo al niño de nuevo en el hueco del alveolo haciéndole morder un pañuelo para mantener su posición.
Si esto no es posible y mientras se traslada al dentista lo más urgente posible, debe conservarse el diente en leche o suero, nunca en agua, o bien en la propia boca en la parte interior de las mejillas.
Sea cual sea la causa y tipo de fractura dental, lo más importante es no perder los nervios y desplazarse a la clínica dental lo más rápido posible porque se ha demostrado que cuanto menos tiempo transcurra, el resultado obtenido del tratamiento es mucho mejor.