El dolor de dientes o de muelas es la causa más generalizada de las visitas al dentista por lo que representa en cuanto a molestias para la persona. El dolor dental es en general incompatible con la rutina diaria dependiendo del grado de dolor.
Estos síntomas ciertamente son muy subjetivos pero son los que le sirven al médico odontólogo como primera lectura de cara a hacer un diagnóstico. De las primeras cosas que pregunta el doctor es cuándo empezó el paciente a sentir dicho dolor dental y dónde lo sitúa.
Además de saber si va acompañado de alguna acción, como podría ser al tomar líquidos fríos/caliente o al masticar. También si el dolor es permanente o intermitente.
El origen del dolor dental
El dolor de dientes tiene su origen en las terminaciones nerviosas que se insertan en la pulpa de éstos desde su raíz. Tanto el esmalte como el cemento del diente son completamente insensibles.
Las causas de dicho dolor dental, como se decía, pueden proceder de la llamada sensibilidad dental al comer o beber algo caliente, frío, ácido o dulce. El dolor es intenso y muy localizado aunque de corta duración.
Se debe al retraimiento de las encías o a la pérdida de grosor del esmalte, lo que hace que la dentina quede al descubierto y los poros de éstas entren en contacto directo con las terminaciones nerviosas que son las que lanzan la señal de alerta mediante el malestar.
Por otro lado, otra causa sería el dolor pulpar (en los tejidos internos del diente) cuyo origen puede responder a múltiples motivos, ya sea caries, fractura dental o enfermedad periodontal. Aquí el paciente sufre el dolor dependiendo del motivo, pudiendo ser más o menos agudo y más o menos momentáneo.
Lo que está claro es que en estos casos, si no se acude al dentista o si se decide por la automedicación con analgésicos, el problema va a persistir. Incluso a evolucionar y, antes o después, el dolor se convertirá en menos soportable obligando a la persona a acudir, entonces sí, de forma urgente a la clínica dental. Así como también a asumir las consecuencias que se puedan derivar (pérdida del diente, en muchos casos).
Síntomas del dolor de dientes
Según la sintomatología del dolor, éste se considera agudo si se inició hace 2-3 días y crónico si persiste desde hace 4-8 semanas. También la regularidad da idea de la causa, siendo una enfermedad en la pulpa si el dolor es continuo y constante, y si es intermitente significa que ésta está en proceso de degeneración.
Muchas veces suele suceder que el paciente no puede determinar la pieza concreta que le molesta. El dolor lo siente como en una zona más amplia.
En estos casos, el odontólogo va a necesitar de ciertas pruebas complementarias para concretar la pieza problemática. Aunque es cierto que son las primeras preguntas las que le van a ayudar a saber cuál es el diagnóstico inicial.
Resulta obvio que el dolor, sea cual sea su intensidad y regularidad, es motivo de obligada visita al odontólogo quien determinará el tratamiento más adecuado para paliarlo, ya sea con empaste, endodoncia, etc.