Es de sobra conocida la recomendación de mantener una higiene dental adecuada en pro de la salud de nuestros dientes.
Comenzando con el cepillado rutinario, mínimo una vez al día, especialmente antes de ir a dormir.
En este artículo te vamos a hablar de las consecuencias de la falta de higiene dental.
Pero no todas las personas siguen esta costumbre y de ahí se derivan gran parte de las patologías orales que sufren lo pacientes.
Las consecuencias de la falta de higiene dental
Las consecuencias de la falta de higiene dental a partir de la ausencia del cepillado diario y del uso del hilo dental comienzan con la presencia y acumulación de bacterias sobre la superficie de los dientes.
Concretamente en los rebordes de las encías y los espacios interdentales.
A partir de ahí, éstas “campan a sus anchas”, toman posiciones dentro de la boca y empiezan a producir sustancias corrosivas que conducen a las citadas patologías.
Éstas pueden ser de diversa índole, aunque la mayoría de ellas tiene su origen en la afectación del esmalte dental o en la creación de caries.
Generando también el mal aliento o halitosis, así como la sensibilidad dental.
Éstas son algunas de las consecuencias que pueden sufrir las personas pero también pueden ser aún más graves, ya que la falta de higiene dental lleva también a la gingivitis o inflamación de encías.
También a la periodontitis, que es la anterior convertida en patología crónica y con resultados nefastos para los dientes.
Asimismo, otras enfermedades que puede derivarse son aquellas coronarias.
Existen muchos estudios que asocian la enfermedad periodontal con patologías coronarias al encontrarse las bacterias causantes de dicha enfermedad en el tejido cardíaco de personas que padecen del corazón.
Y yendo más allá, podrían citarse más consecuencias de una mala higiene bucodental, como partos prematuros relacionados con patologías periodontales no controladas.
Problemas digestivos derivados de una incorrecta masticación. Cáncer de páncreas asociado también a enfermedad periodontal. Diabetes e hipertensión no controladas.
E incluso envejecimiento prematuro debido a la caída de dientes que conduce a la pérdida de volumen en los maxilares. Y, con ello, una apariencia envejecida del aspecto facial.
La estética también importa
Si bien es cierto que no cuidar la salud dental conlleva el riesgo de sufrir determinadas enfermedades, algo a tener muy en cuenta, también es importante destacar que la estética dental se ve a su vez muy perjudicada.
La acumulación de placa bacteriana provoca sarro. Una de las estampas dentales más poco atractivas que existen.
El problema es que éste no puede retirarse con un simple cepillo, sino que ya necesita de otros métodos que sólo el odontólogo dispone.
En definitiva, la prioridad número uno en el ámbito dental de cada persona es mantener diariamente una higiene y limpieza impecable.
No descuides asimismo las visitas periódicas al dentista para hacer las revisiones pertinentes.
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