El Síndrome de Apnea Obstructiva del Sueño (SAOS), también conocido como Apnea del sueño es un trastorno muy importante que afecta a un 2-4% de la población.
Mayormente varones de edad madura con sobrepeso y en mujeres tras el periodo menopáusico. Consiste en el cese del flujo del aire hacia los pulmones durante la fase del sueño. El diagnóstico es positivo cuando se produce un mínimo de 30 pausas de apnea del sueño durante el descanso nocturno. De forma intermitente a lo largo de las horas, provocando a su vez un despertar inesperado cada x minutos porque la persona siente que le falta el aire.
Todo ello se traduce en un descanso poco efectivo que lleva a una fatiga considerable durante el día, falta de concentración, irritabilidad, etc.
Tipologías de la apnea del sueño
Este síndrome resulta preocupante si tenemos en cuenta que el sueño es una necesidad vital en el ser humano y en su estado físico y mental.
Existen tres tipos de apnea del sueño:
- obstructiva: la más habitual
- central, y
- mixta
Lo fundamental es que una vez detectada, ha de tratarse de forma adecuada porque por sí sola no puede solucionarse. Ello ha de decidirlo un especialista dependiendo de la gravedad del cuadro que presente el paciente.
Cómo solucionar el problema
Existen algunas recomendaciones que, de entrada, pueden aplicarse como perder el exceso de peso, dormir de lado o boca abajo, evitar el alcohol y los fármacos con efecto sedante, y mejorar la respiración nasal a través de la nariz y no por la boca.
Mascarilla CPAP
Si con todo ello no es suficiente porque la apnea del sueño persiste, la solución más generalizada es el uso del CPAP. Es una mascarilla nasal conectada a un dispositivo que insufla aire durante la noche con una presión suficiente como para mantener abiertos los conductos aéreos superiores de la nariz y evitar el colapso respiratorio. Pero no todas las personas son capaces de habituarse a dormir con este aparato toda la noche.
Cirugía maxilofacial
También existen otras opciones relacionadas con el ámbito odontológico y que pasan por un proceso de cirugía que garantice la obertura de las vías respiratorias.
Se trata de cirugía maxilofacial conocida como avance bimaxilar. Consiste en adelantar el maxilar superior y la mandíbula.
Está especialmente recomendada en pacientes de mandíbula pequeña y escasa proyección del labio superior y los pómulos. Es mínimamente invasiva y no deja marcas externas en la cara, dado que las incisiones se realizan en el interior de la boca.
Férula de descarga nocturna
E igualmente relacionada con nuestro sector y más sencilla, existe otra opción para mitigar la apnea del sueño. Se trata de una pieza de plástico que se coloca en la boca durante la noche. Es muy similar a un protector bucal, y ayuda a mitigar los ronquidos y demás síntomas, aunque se recomienda en fases de apnea iniciales.