Esa cuestión se la plantean muchas personas porque, no por ser poco habitual, deja de preocupar, y más si tenemos en cuenta que en la mayoría de ocasiones esas roturas se dan por causas inesperadas.
Y entonces hay que saber reaccionar correctamente ante un diente roto.
Actuación delante de un diente roto
Cabe destacar, de entrada, que la naturaleza del diente lleva implícita una considerable durabilidad de existencia, por no decir para siempre, dado que se trata de estructuras óseas.
Pero eso no quita que a lo largo de la vida de cada persona, ésta pueda sufrir una rotura de diente de forma fortuita.
Las causas de un diente roto pueden ser de lo más variopintas, siendo las habituales al morder un alimento o una pieza dura, al caerse accidentalmente y golpearse la zona bucal, o al recibir un golpe de otra persona.
Otra posibilidad es que una caries mal tratada acabe también rompiendo el diente. Sea cual sea el tipo de causa, la envergadura de la rotura también puede variar.
Desde una lesión superficial que sólo afecta al esmalte hasta una rotura más profunda que puede llegar a afectar incluso al nervio dental.
Los especialistas hablan de roturas verticales cuando el diente se ha partido en dos, llegándose a salvar una raíz que puede conservarse y cubrirse con una corona; en caso contrario, hay que extraer la totalidad de la pieza.
Otra rotura es la que se da de raíz, es decir, donde nace el diente y entonces se valora la reconstrucción dentaria tras comprobar que la base está sana y fuerte.
Y una tercera rotura sería la provocada por una caries que lo que hace es atacar el diente desde dentro y sólo el odontólogo podrá determinar hasta qué punto está afectada la pieza.
Rotura por accidente
En el caso de un accidente (caída, golpe, etc.) en el que se rompen uno o varios dientes lo primero que hay que hacer es tratar la herida lavándola con agua tibia.
Después se debe colocar una compresa fría para compensar el dolor y, en el caso de sangrado, presionando para cortar la pequeña hemorragia.
Y en la medida de lo posible hay que acudir lo antes posible a la clínica dental para que el especialista valore el alcance de la/s rotura/s.
Si así fuera posible, se recomienda que aquel diente o partes del mismo que hayan podido localizarse, se guarden para llevárselas al médico quien quizás pueda volver a recolocarlo en nuestra boca de nuevo.
Dicen que, en estos casos, el mejor “transporte” es la propia boca, es decir, con sumo cuidado se recomienda preservar el diente roto bajo la lengua. Con cuidado de no tragarse hasta llegar a la consulta.
En el caso de los niños, la pieza puede llevarse en un pequeño recipiente y cubrirse con leche. Además, en las roturas dentales de los más pequeños es importante vigilar en los días posteriores que no aparezcan signos de infección como fiebre, dolor o encías inflamadas cerca de la lesión.
En las clínicas certificadas por AESINERGY a través del Sello de Calidad DentalQuality® estarán encantadas de atender la urgencia producida por un diente roto.