A la halitosis se la conoce comúnmente como el mal aliento. Está provocada por los compuestos volátiles del sulfuro.
Causas de la Halitosis
Dependiendo de la causa, estos gases pueden ser, principalmente:
- el sulfuro de hidrógeno: indicador de una enfermedad periodontal
- el metilmercaptano: indicador de falta de higiene, o
- el dimetil sulfuro: indicador de problemas que no tienen origen bucal
La mejor manera de saber qué tratamiento aplicar a la persona es averiguando la concentración de cada uno de estos gases en su aliento.
Tipos de halitosis
En función de su origen, existen dos tipos de halitosis:
- la oral
- la extraoral
Halitosis Oral
Es la que más nos interesa destacar porque corresponde al 90% de los casos.
Proviene de la propia cavidad oral y se debe, sobre todo, a la acumulación de biofilm oral, es decir, placa bacteriana en la lengua.
Aunque también puede relacionarse con otros temas, como caries dental, hábito de fumar, problemas periodontales, etc.
Halitosis Extraoral
La extraoral tiene su origen en trastornos de tipo respiratorio, digestivo, y enfermedades renales o hepáticas.
Síntomas más frecuentes de la halitosis
Para una persona saber si sufre halitosis, los síntomas más frecuentes son:
- observar que tiene una capa blanca en la lengua
- sentir la boca seca, la saliva espesa y la lengua quemando
- tener un sabor ácido, amargo o metálico persistente
- comprobar que el cepillado y la limpieza con hilo dental no ayudan
- encontrarse trozos blancos en las amígdalas
- notar un sabor desagradable por las mañanas.
La halitosis afecta mucho en las relaciones sociales de quienes la padecen. Hasta el punto de notar que las personas de su entorno llegan a apartar la cara o hacer un paso atrás para evitar el contacto frente a frente.
Incluso llegándole a ofrecer chicles o pastillas de menta a la persona afectada, siendo ésta una forma muy sutil de decirle que su aliento resulta muy desagradable.
Causas más habituales
Las causas de la halitosis oral pueden ser de dos tipos: patológica y no patológicas.
Las patológicas responden a enfermedades periodontales o caries.
Aunque también puede deberse a una higiene oral deficiente en la falta de eliminación de la placa bacteriana, localizándose especialmente en la zona de la lengua.
Otras causas son de origen ulcerativas, infecciones respiratorias o incluso por necrosis por radioterapia o quimioterapia en pacientes con neoplasias.
Por su parte, las causas no patológicas de la halitosis oral podrían deberse a cuestiones relacionadas con el aliento matinal (el flujo de saliva disminuye y se incrementan las bacterias productoras de gases malolientes)
Con la edad (el aliento cambia con la edad y los cambios en las glándulas salivares, afectan a la cantidad y calidad de la saliva), con las prótesis dentales (que hacen que se acumulen restos de comida)
Con el tabaco (genera un aliento muy característico) y con la toma de medicamentos (algunos de los cuales producen el efecto de boca seca).
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