Antes se recomendaba llevar a los más pequeños al dentista una vez hubieran salido todos los dientes de leche.
Pero en la actualidad, los ortopediatras recomiendan llevarlos a partir del año, o 6 meses después de que haya salido su primer diente.
De esta forma, se pueden prevenir y evitar futuros problemas. Un buen seguimiento y control evitará maloclusiones (malformaciones en la posición de los dientes) y, sobre todo, instaurar buenos hábitos en el pequeño para que goce de buena salud bucodental durante toda su vida.
¿Qué hará el ortopediatra en la primera visita de tu hijo?
El ortopediatra examinará su boca y el nacimiento de sus dientes para comprobar que todo sigue su curso natural sin problemas tanto en encías como en mandíbula.
Del mismo modo, analizará si hay algún hábito oral (succión del dedo, empuje de la lengua) y sus posibles consecuencias.
Si fuera necesario, el dentista realizará una limpieza en los dientes y recomendará el uso de flúor. Normalmente esta primera visita es rápida y no suele implicar ningún tratamiento.
Sin embargo, es de gran importancia para que el niño conozca al dentista y se establezcan los pilares de una buena relación futura.
Pero sobre todo, la primera visita es muy importante para explicar a los padres las necesidades de higiene oral del pequeño.
¿Cómo cuidar los dientes de leche de tu hijo?
Aunque los primeros dientes todavía no hayan salido, los ortopediatras recomiendan pasar por las encías del bebé una gasa húmeda enrollada en tu dedo.
De esta forma, se eliminan los restos de leche después de cada toma.
Cuando aparezcan los dientes de leche, aunque no sean para toda la vida, se deben cuidar con la misma higiene que los dientes de adulto.
Hay que educar a los más pequeños para que se cepillen los dientes tres veces al día. Además, es importante enseñarles a utilizar flúor e hilo dental adecuadamente.
La caries afecta al 40% de los menores de 15 años
Según el Consejo General de Dentistas de España, la caries afecta al 33% de los niños menores de cinco años en nuestro país y asciende al 40% en los menores de 15 años.
Por ello, otro aspecto vital en la salud bucodental de tu hijo es inculcarle buenos hábitos alimenticios para no excederse en el consumo de dulces y prevenir las caries.
Sin duda, la concienciación y el mantenimiento de buenas costumbres es un aspecto muy relevante para su crecimiento que solo tendrá ventajas en su salud bucodental a corto y largo plazo.
¿Cada cuánto tienes que llevar a tu hijo al dentista?
La mayoría de ortopediatras recomiendan asistir regularmente al dentista en visitas de control cada 6 meses.
Así, el dentista puede realizar un seguimiento de los dientes del pequeño para evitar cualquier tipo de problema y garantizar una buena relación entre ambos.
¿Cómo es tu relación con el dentista?
Otra buena opción es llevarlo contigo en tus visitas al dentista para que se acostumbre y el dentista pueda ir siguiendo su evolución de forma rápida.
En ellas es vital que el niño te vea tranquilo y relajado, y que perciba una buena relación con el médico.
Por el contrario, si el niño te ve temeroso, con miedo y estrés, o engarrotado en la silla y sudando, es muy posible que en el futuro acabe desarrollando igualmente miedo a los dentistas e interiorice esta emoción como propia.
¿Elegir un ortopediatra o un dentista general?
Los ortopediatras son Odontólogos especializados en el cuidado de los de los dientes de bebés, niños y adolescentes. Cuentan con dos años extra de formación en los que se especializan en todos los tratamientos de estas edades.
Además, saben cómo tratar a los más pequeños para que se sientan tranquilos y colaboren en todo momento con los tratamientos que se les realicen.
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