“Tengo la boca seca”. Cuántas veces lo hemos escuchado. Esta sensación subjetiva se conoce en el campo de la medicina como xerostomía.
Se caracteriza por una disminución de la secreción salival o por cambios en la composición bioquímica de la saliva.
Diariamente un adulto genera entre 1,5 y 2 litros de saliva, necesaria para realizar funciones básicas como hablar, tragar, etc.
Quienes más padecen la boca seca son las personas mayores de 55 años. Mayormente por el uso de determinados fármacos, como antihistamínicos, antihipertensivos, descongestionantes, diuréticos, antidepresivos, etc. E incluso por el efecto de la radioterapia en algunas zonas del cuerpo.
Tipos de xerostomía (sensación de boca seca)
Existen dos tipos de xerostomía:
- la reversible, y
- la irreversible.
Xerostomía reversible
Como su nombre indica, puede solucionarse atacando aquel factor que la produce mediante el uso de estimulantes de la producción natural de la saliva, como los sialogogos.
Xerostomía irreversible
Cuesta de erradicar precisamente porque responde a la ingesta de dichos fármacos por parte del adulto y que éste precisa tomar para combatir algún tipo de enfermedad.
En estos casos, lo que se trata es de minimizar este efecto secundario de la sequedad bucal. ¿Cómo?
O bien fraccionando la ingesta de dichos medicamentos o cambiándolos por otros similares o directamente utilizando sustitutos salivares e hidratantes.
Otras causas de sequedad bucal
Hay otras causas puntuales como el estrés o el nerviosismo que también pueden generar que la boca se seque.
Pero el problema se convierte en tal cuando la persona lo sufre a diario, dado que las consecuencias son que se irritan los tejidos blandos de la boca llegando a provocar mal aliento, aumento de caries y mayores infecciones.
En la medida de lo posible debe procurarse una solución a las personas que sufren de sequedad bucal. Porque el día a día se convierte en una molestia permanente ya que tienen dificultad a la hora de hablar o de tragar alimentos, incluso se altera el sentido del gusto, se siente ardor o dolor en la lengua…
El odontólogo juega un papel importante en estos casos. Es fundamental durante la visita conocer si el paciente sufre de este síntoma bucal y, en caso afirmativo, realizar un tratamiento individualizado.
Como recomendaciones es básico ingerir muchos líquidos, masticar chicle sin azúcar, evitar el tabaco. Pero, sobre todo, realizar revisiones regulares al dentista, cada seis meses mínimo, para que evalúe el estado de los dientes.
Esta tipología de paciente es muy susceptible de sufrir infecciones periodontales debido a la disminución del flujo de saliva y a la desprotección que sufren los dientes debido a esto.
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