El mal aliento o halitosis es uno de esos problemas que ninguno que queremos sufrir.
Y mucho menos en ciertas situaciones, desde una entrevista de trabajo hasta una cita romántica.
Un mal aliento puede convertir ambas situaciones en un desastre. Así que para que puedas evitarlo, los especialistas en salud bucodental de las clínicas certificadas por DentalQuality® te queremos hablar de las causas de la halitosis y cómo puedes combatirla.
Es conveniente saber que de cada cuatro casos de mal aliento, tres tienen origen justamente en la boca.
Y únicamente uno se puede deber a infecciones nasales, problemas gástricos o enfermedades severas de las encías.
Así que el primer trabajo consiste en determinar la causa del mal aliento, de manera que le podamos poner remedio.
Causas del mal aliento
A continuación te indicamos algunas de las causas que lo provocan:
- La mala higiene oral
- Enfermedades bucales
- Factores externos como ciertas comidas y bebidas
- Infecciones respiratorias
- Boca seca debido a ciertos tratamientos médicos
- Enfermedades sistémicas como la diabetes o problemas de hígado entre otros
Una vez que determinamos la causa del mal aliento, ya podemos intervenir para aplacarlo. En las últimas causas poco podemos hacer los dentistas.
Salvo recomendar ciertas soluciones temporales, pero no definitivas, como algunos colutorios o chicles contra el mal aliento.
Consejos contra el mal aliento
Como en tantos y tantos casos relacionados con la salud bucodental, el mejor consejo que os podemos dar está vinculado con la prevención, y por tanto con la higiene bucal.
Y os lo vamos a razonar.
- Un buen cepillado de dientes: En un altísimo porcentaje, el mal aliento está relacionado con los restos de comida que se quedan entre nuestros dientes y encías. Esos restos a la larga no solo van creando bacterias que amenazan con la gingivitis, sino que también desprenden mal olor. Así que invertir al menos dos minutos en un buen cepillado de dientes y de nuestra lengua es la mejor herramienta para luchar contra el mal aliento.
- Usar la seda dental: El imprescindible complemento del cepillado de dientes es la seda o hilo dental. Para eliminar esos resquicios de alimentos que se instalan en los espacios interdentales, los cuales, por minúsculos que sean, se convierten en los causantes de ese mal aliento tan desagradable.
- Cuidado de las dentaduras postizas: Al igual que los dientes naturales, también las dentaduras postizas sucias pueden generar mal aliento. Así que su limpieza diaria es obligada.
- Tratamientos para enfermedades bucodentales: Si vuestro mal aliento se debe a enfermedades como la gingivitis o la periodontitis, solo hay un remedio para solucionarlo: que esas enfermedades las trate vuestro dentista.
- Beber mucha agua: Una boca seca por deshidratación o por una incorrecta respiración bucal no genera saliva, y la saliva crea por sí misma sustancias que combaten el olor del mal aliento. Así que lo mejor es comer algo cada cierto tiempo y beber mucha agua.
- Evitar ciertos productos: También es un mal aliento transitorio el que producen algunos alimentos como el ajo o la cebolla. Por no hablar del café, el tabaco o el alcohol. Todos estos generan un mal olor que pasará por sí solo, o que podemos combatir de forma inmediata con algún chicle que nos haga salivar y refresque nuestra boca.
Nuestro último consejo es que si tienes un mal aliento constante, analiza bien cómo te limpias diariamente los dientes.
Y si piensas que lo haces bien, visita a tu dentista para que identifique el porqué de tu halitosis.