Ningún padre o madre quiere ver a su recién nacido sufrir o padecer molestias. Es por este motivo que conviene saber reconocer algunos de los síntomas que pueden afectar a los más pequeños durante sus primeros meses de vida.
Uno de los aspectos que suscita más preguntas es la salud oral de los bebés.
¿Cuándo empiezan a salir los dientes? ¿La dentición puede afectar el estado de ánimo del pequeño?
En DentalQuality te explicamos qué causas provocan las encías inflamadas en bebés y de qué maneras puedes aliviar su malestar de forma efectiva.
¿Cuándo salen los dientes?
La salud oral es un aspecto que las madres y los padres deben controlar desde que sus hijos son bebés. Durante los primeros meses basta con limpiar sus encías con una gasa para quitar los restos de leche y así evitar problemas tempranos de salud oral.
En torno a los seis meses de edad tiene lugar el inicio de la primera dentición. Durante esta fase, que suele prolongarse hasta los 3 años, aproximadamente, los pequeños experimentan la salida de los dientes de leche.
Años más tarde, se produce lo que se conoce como dentición mixta -una etapa donde conviven los dientes temporales y los definitivos-, y finalmente todos los dientes de leche son sustituidos.
¿Qué causas provocan las encías inflamadas en bebés?
El proceso de la primera dentición resulta doloroso, ya que los dientes erupcionan por primera vez. Por este motivo, es habitual notar las encías inflamadas en bebés durante esta fase.
Otros síntomas comunes son los llantos, el babeo excesivo y la irritabilidad, todo ello debido a las molestias constantes.
También es posible que aumente ligeramente la temperatura corporal, aunque sin llegar a provocar fiebre, en cuyo caso podría tratarse de una infección.
Durante este periodo, es habitual que los pequeños busquen objetos para morder, y así aliviar el dolor de la boca.
La salida de los dientes de leche es la causa principal de encías inflamadas en bebés. Para los padres, cuando se produce el inicio de esta fase debería resultar fácil tanto por la edad como gracias a los síntomas anímicos y físicos del pequeño.
Un examen superficial permite observar señales de irritación en las encías; incluso es posible ver las primeras señales de los dientes de leche asomando en las encías.
Otra causa menos frecuente que provoca encías inflamadas en bebés es la gingivoestomatitis, que afecta a los menores de tres años. En este caso se trata de una patología que conviene tratar y cuyos síntomas incluyen el sangrado gingival y el mal aliento.
En caso de detectar alguno de estos otros síntomas, es muy importante acudir cuanto antes al odontopediatra para que realice un diagnóstico.
¿Cómo se pueden aliviar las molestias?
Las encías inflamadas en bebés son un síntoma necesario durante la dentición temporal y no es necesario alarmarse. No obstante, es posible tratar de aliviar las molestias de diferentes formas.
La primera y más evidente es visitar al odontopediatra. La erupción de los dientes de leche es un momento excelente para una primera visita y realizar un chequeo.
De esta manera, el especialista también podrá determinar que no existan anomalías y proporcionará consejos específicos que pueden ser de ayuda para calmar el dolor.
En el entorno hogareño también se pueden aplicar varios trucos para aliviar los síntomas de las encías inflamadas en los bebés:
- Frotar las encías con suavidad para aliviar el dolor. También, se puede emplear una gasa húmeda o los propios dedos limpios para ejercer un poco de presión.
- Usar el frío. El contacto con un objeto a baja temperatura -como una cuchara- es una excelente manera de aliviar las encías inflamadas en bebés. Eso sí, es importante procurar que el objeto no esté demasiado frío.
- Proporcionar un mordedor o un juguete apto es una de las maneras más efectivas para que el bebé pueda distraerse de las molestias.
Es muy importante seguir siempre las recomendaciones del dentista y seguir estos métodos totalmente inocuos que pueden ayudar a reducir el dolor de tu bebé.
Sin embargo, en ningún caso hay que emplear analgésicos u otro tipo de medicamentos con este fin.
Antes de dar cualquier paso, consúltalo con un profesional para que te indique qué remedios se pueden utilizar y que sean aptos para los más pequeños.