Hoy en el blog de DentalQuality® os hablamos de las aftas bucales o llagas. Pequeñas lesiones ulcerosas que, junto con las caries, conforman una de las afecciones odontológicas más comunes.
Aunque no suelen ser de carácter grave, sí pueden ocasionar molestias e incluso interferir y dificultar nuestra forma y hábitos de vida más cotidianos.
¿Quieres saber todo lo que necesitas sobre ellas? No te pierdas el siguiente artículo.
¿Qué son las aftas bucales?
Seguro que te resulta familiar y lo has escuchado en más de una ocasión. Son pequeñas heridas ulcerosas que aparecen de forma superficial en la mucosa de nuestra boca, como por ejemplo, en el interior de nuestras mejillas, el paladar, las encías e incluso en la lengua.
Es muy frecuente, confundir las aftas bucales con el herpes labial.
Sin embargo la gran diferencia reside en su ubicación. Las aftas aparecen en el interior de la boca, en los tejidos blandos principalmente, mientras que los herpes labiales, por otro lado, se presentan habitualmente alrededor de los labios.
¿Cuales son sus síntomas?
Las llagas tienen una apariencia muy característica y definitoria. Las reconocerás porque normalmente tienen un tamaño pequeño (alrededor de unos 5 mm) y presentan un color blanco, grisáceo o incluso amarillento, rodeadas de un área roja.
Como si de una pequeña úlcera se tratara, casi siempre producen molestia o dolor. En casos muy extremos pueden llegar incluso a producir fiebre y malestar general.
Causas por las que aparecen
Las causas pueden ser muy diversas y es que, normalmente, no se les puede imputar un origen estrictamente directo.
Además, hay personas que tienen mayor predisposición genética a desarrollarlas. En otros casos, las aftas bucales podrían ser consecuencia de:
- Presentar infecciones virales.
- Deficiencias en nuestro sistema inmunitario.
- Mordiscos en lengua o mejillas.
- Estrés.
- Falta de vitaminas y/o minerales. Especialmente de hierro, ácido fólico o vitamina B12.
- Cambios hormonales.
- Alergias alimentarias.
- Tabaco.
¿Qué tipos existen?
Por lo general, clasificamos las aftas bucales en tres tipos:
- Menores: Tienen un tamaño muy reducido. Su forma es ovalada y se curan sin dejar cicatrices en aproximadamente dos semanas. Es el tipo de afta bucal más frecuente, representando hasta el 80% de los casos.
- Mayores: Las aftas mayores, tienen un tamaño superior y son más profundas que las aftas menores. Producen un dolor más agudo y tardan en curarse hasta 6 semanas llegando a dejar incluso cicatriz. Representa entre el 10 y el 15% de las aftas.
- Aftas herpetiformes: Por último, las aftas herpetiformes, se presentan con muy poca frecuencia y no se originan por la infección del herpes simple. Aparecen normalmente en personas de edad avanzada.
¿A quiénes afectan?
Las aftas bucales son comunes en la población general. Aunque lo cierto es que en los niños, jóvenes y mujeres, las aftas se dan más frecuentemente.
¿Cuál es su diagnóstico?
El diagnóstico como decimos es fácil ya que las aftas tienen una apariencia muy característica y definitoria.
La mayoría de las veces son benignas, aunque en algunas ocasiones podría suponer una manifestación de enfermedades sistémicas: Enfermedad de Behçet, de Crhon, enfermedad celíaca, etc…
En el caso de niños y jóvenes las aftas son bastante comunes y si aparecen junto con fiebre, molestias para tragar e incluso manchas en pies y manos, podría tratarse de otro tipo de virus como el de «boca-mano-pie»
En primer lugar deberíamos estudiar los factores que predisponen el origen de su aparición. Tras descartar posibles enfermedades y si las molestias o el dolor no son excesivos, no haría falta tratamiento pues en la mayoría de los casos se curan solas.
Cuando las aftas producen dolor, el especialista podrá recomendar algún tratamiento tópico local, enjuagues bucales, antibióticos e incluso algún tratamiento sistémico con corticoides.
Como siempre, desde el certificado de calidad DentalQuality te recomendamos acudir a tu dentista de confianza si las molestias se alargan en el tiempo o si deseas consultar cualquier duda en relación a tu salud bucodental.